EMILIANO ZAPATA, MÉXICO, (Reuters) – Decenas de familiares de desaparecidos emplazaron el lunes al presidente, Andrés Manuel López Obrador, a que se bajara de la camioneta todoterreno en la que se transportaba y los atendiera, como hizo en marzo con la madre del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán.

Tras gritar “¡que se baje, que se baje!”, los manifestantes, algunos con cubrebocas por el coronavirus, demoraron el paso del vehículo del mandatario rodeándolo con carteles que decían “Ayúdalo a regresar a casa”, mientras el convoy intentaba salir de un batallón de infantería en la sureña ciudad Veracruz.

Cuando ya casi se abría paso entre la multitud, una mujer que caminaba a un lado del vehículo oficial le espetó: “¡Solo atiendes a la mamá de El Chapo! ¡Atiendes a la madre de “El Chapo”, cabrón. A nosotros no!”.

Veracruz es uno de los estados más azotados por la creciente violencia ligada al crimen organizado. Desde el inicio de la guerra contra el narcotráfico, en 2006, México ha reportado al menos 61,000 desaparecidos.

A fines de marzo, durante una gira por Sinaloa, López Obrador se acercó a la camioneta donde estaba la madre de El Chapo Guzmán y le estrechó la mano.

El inédito gesto del presidente mexicano con la progenitora del capo desató una lluvia de críticas porque, además de que contradecía las medidas de sana distancia para evitar la propagación del coronavirus, opositores lo consideraron una falta de respeto para las miles de víctimas del narcotráfico.

Escrito por Sharay Angulo; Editado por Diego Oré

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