De eso nos hablan los expertos en la novena edición de Fuckup Nights Tijuana organizada por el CDT
TIJUANA.- Hablar y compartir las experiencias de fracaso nos permiten adquirir un amplio conocimiento, enseñanzas y reflexiones importantes, incluso más que las de éxito, de ahí que iniciativas como Fuckup Nights tienen entre sus objetivos justamente eso, quitar el estigma a fracasar y salir fortalecido de esa situación.
Fuckup Nights llegó a Tijuana promovido por el Consejo de Desarrollo de Tijuana (CDT), a través de su eje de emprendimiento, forma parte de un movimiento global, que busca apoyar a los emprendedores en el duro camino de la consolidación de las empresas.
Este movimiento está presente en más de 200 ciudades alcanzando un público de 75 mil personas incluyendo al público de Tijuana.
Esta novena edición fue muy artística y cultural, sin embargo los fracasos existen en todos los sectores y pueden llegar en los momentos menos imaginados.
El primer participante fue el artista plástico Enrique Chiu, quien recordó sus inicios en la mercadotecnia y la publicidad hace 22 años.
Al hablar de los errores cometidos se refirió a los ocasionados por lo complicado que es encontrar colaboradores comprometidos con el trabajo.
Narró cómo su empresa de mercadotecnia se fue a la bancarrota debido a un accidente que no estaba en sus manos prevenir y que sucedió en Los Ángeles cuando uno de los anuncios espectaculares de publicidad cayó sobre un auto de lujo.
Wendy Montaño, Autora del libro “La Bolsa de Valores es como las Mujeres”, fue la segunda participante, quien hizo alusión a los muchos errores que cometió en la compra de acciones por falta de conocimiento.
Reconoció que fue soberbia al creer que por colaborar en el mercado de valores lo sabía todo y debido a eso tuvo fracasos.
Para cerrar la noche Francisco Tico Orozco, Productor de la obra “La Marcha de Siqueiros”, quien platicó “LETRAS”, negoció que emprendió en 1999 y que funcionó por 5 años.
Mencionó que su modelo de negocio se basaba en tener pocos clientes pero grandes y que era muy empírico y orgánico.
Los errores cometidos, indicó, tuvieron que ver con no tener una visión para procurar ahorros y reinversión; además de que no tenía a quien acudir para recibir consejos