NUEVA YORK, (Reuters) – Diez gobernadores estadounidenses de las costas este y oeste se unieron el lunes en dos pactos regionales para coordinar una reapertura económica gradual ante las señales de moderación de la crisis del coronavirus.

Los anuncios del grupo de gobernadores del noreste liderado por Nueva York, y un pacto similar formado por California, Oregón y el estado de Washington, se produjeron al tiempo que el presidente Donald Trump declaró que cualquier decisión sobre la reanudación de la economía de Estados Unidos dependía de él.

El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, dijo que se había aliado con sus homólogos de los estados adyacentes de Nueva Jersey, Connecticut, Delaware, Pensilvania y Rhode Island para idear las mejores estrategias con el fin de relajar las órdenes de permanencia en casa impuestas el mes pasado para frenar las transmisiones de coronavirus.

Massachusetts dijo posteriormente que se unía a la coalición de la Costa Este.

“Nadie ha estado aquí antes, nadie tiene todas las respuestas”, dijo Cuomo, cuyo estado se ha convertido en el epicentro de la pandemia mundial de coronavirus en Estados Unidos, durante una conferencia telefónica abierta con otros cinco gobernadores. “Al abordar la salud pública y la economía: ¿cuál va primero? Las dos van primero”.

Los tres estados de la costa del Pacífico anunciaron que ellos también planean seguir una estrategia común para levantar las medidas de distanciamiento social, pero dijeron que “tienen que ver una disminución en la tasa de propagación del virus antes de que pueda tener lugar una reapertura a gran escala”.

LA SEGURIDAD Y LA SALUD, PRIMERO
Los 10 gobernadores, todos demócratas excepto Charlie Baker, de Massachusetts, no dieron un plazo para terminar con los confinamientos que han dejado inactivos a la gran mayoría de los más de 100 millones de residentes en sus estados.

Sin embargo, subrayaron que las decisiones sobre cuándo y cómo reabrir los negocios no esenciales, junto con las escuelas y universidades, pondrían la salud de los residentes en primer lugar y se basarían en la ciencia en lugar de la política.

Los anuncios se produjeron después de las señales de que la crisis había llegado a su pico en el país. El lunes se registraron al menos 1.500 nuevas muertes en Estados Unidos, por debajo de la cifra de la semana pasada, de aproximadamente 2.000 muertes cada 24 horas. Asimismo, el número de casos adicionales confirmados contabilizados el lunes, unos 23.000, fue muy inferior a los 30.000-50.000 nuevos casos al día de la semana pasada.

Cuomo, cuyo estado cuenta con el mayor número de muertes acumuladas, más de 10.000, dijo el lunes que “lo peor ya pasó” para su estado.

Información de Maria Caspani y Jessica Resnick-Ault en Nueva York; información adicional de Doina Chiacu y Lisa Lambert en Washington, Nathan Layne en Wilton, Connecticut, y Dan Whitcomb en Los Ángeles; escrito por Grant McCool; traducido por Tomás Cobos

Por Maria Caspani y Jessica Resnick-Ault

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