CIUDAD DE MÉXICO (Reuters) – México está recurriendo a China para cubrir un déficit de vacunas con un pedido de 22 millones de dosis, dijo el martes el canciller Marcelo Ebrard, una semana después de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, descartara compartir vacunas con México en el corto plazo.

El presidente Andrés Manuel López Obrador encabezó los esfuerzos para obtener más ayuda de China, dijo Ebrard.

“Como resultado de un proceso liderado personalmente por el presidente de la república, hemos recibido la confirmación de que tendremos una expansión de hasta 22 millones de dosis”, dijo Ebrard durante la conferencia de prensa habitual de López Obrador.

El lanzamiento de la vacuna en México ha sido criticado por ser demasiado lento, aunque los funcionarios dicen que se han visto obstaculizados por retrasos en la recepción de vacunas en medio de la escasez mundial.

La administración Biden pareció haber rechazado la solicitud de López Obrador, al menos en el corto plazo, de que Estados Unidos compartiera sus vacunas diciendo que la prioridad inmediata es vacunar a los ciudadanos estadounidenses.

México ahora tiene sus esperanzas puestas en recibir algunas vacunas de Estados Unidos una vez que Biden cumpla con su objetivo de inocular a 100 millones de estadounidenses en 100 días, una fecha límite que vence a fines de abril.

Ebrard dijo que México ha realizado un pedido de 10 millones de dosis adicionales de la vacuna Sinovac COVID-19 de China que se entregarán entre mayo y julio, además de los 10 millones ya ordenados, que deben llegar entre marzo y mayo.

Tres millones de dosis de la vacuna COVID-19 CanSino Biologics Inc de China llegarán a México el miércoles y se enviarán al estado de Querétaro, donde se empaquetarán, dijo Ebrard en un tuit.

México también ordenará 12 millones de dosis de vacunas fabricadas por el Grupo Farmacéutico Nacional de China (Sinopharm), respaldado por el estado, una vez que haya sido aprobada por su regulador de salud, agregó Ebrard.

Escrito por Drazen Jorgic; Editado por Kenneth Maxwell

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