Supervisión ambiental: Un desafío constante para México en el marco del T-MEC

TIJUANA.- México se encuentra bajo la amenaza de sanciones debido al incumplimiento de acuerdos ambientales establecidos en el Tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

El contexto de esta situación se centra en la Comisión para la Cooperación Ambiental (CCA), una entidad creada con el Tratado de Libre Comercio de los 90’s. Esta comisión tiene un rol crucial en la supervisión y promoción de la sustentabilidad en Norteamérica, según detalló José Carmelo Zavala Álvarez, director del Centro de Innovación y Gestión Ambiental México A.C.

“El objetivo es que cada país haga esfuerzos por cumplir con su propia legislación ambiental. México tiene una gran oportunidad para mejorar en este aspecto, como lo indican los recientes esfuerzos para cumplir con nuestra legislación ambiental,” afirmó Zavala.

La CCA, cuya sede está en Montreal, ha sido un pilar fundamental en la promoción del desarrollo sustentable entre México, EE. UU., y Canadá durante más de 30 años. Ha facilitado la cooperación trilateral en cuestiones ambientales y ha resaltado la necesidad de integrar la protección del medio ambiente en el comercio libre. Este año, la CCA celebra su 31º aniversario y su reunión número 31 se llevará a cabo a finales de mes en Wilmington, Carolina del Norte.

Estas reuniones anuales son esenciales para enfrentar los desafíos ambientales compartidos. Es crucial, en el marco del T-MEC, que se respeten las regulaciones y legislaciones ambientales para proteger nuestro ecosistema compartido.

El trabajo de la CCA ha impulsado el cumplimiento de las leyes ambientales en cada país bajo el concepto de justicia ambiental. Esto ha tenido impactos locales significativos, como en el caso del tiradero de escoria de plomo en la zona de Otay, en Tijuana, Baja California. Este sitio, abandonado por años, fue transformado gracias a la presión social y la gestión comunitaria, lo que resultó en la creación de un expediente de hechos por parte de la CCA y la subsecuente intervención gubernamental.

“Lo importante en el contexto de las actividades comerciales de un tratado de libre comercio es cómo respetar las regulaciones y las legislaciones ambientales. Primero, debemos conocer, comprender y cuidar el ecosistema compartido de los tres países,” explicó Zavala.

Un ejemplo reciente de incumplimiento es la sanción impuesta por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) al organismo operador de agua en Ensenada por no cumplir con las normativas de descarga de agua tratada. Este incumplimiento fue denunciado por organizaciones de la sociedad civil, que instaron a la elaboración de un expediente de hechos.

El cumplimiento de las regulaciones ambientales es vital no solo para la salud de los ecosistemas y la población mexicana, sino también para evitar sanciones económicas bajo el T-MEC. Dichas sanciones podrían tener un impacto severo en la economía mexicana y en sus relaciones comerciales con sus socios norteamericanos.

“Es crucial que hagamos mayores esfuerzos para cumplir con nuestras regulaciones ambientales y así evitar posibles sanciones económicas bajo el T-MEC. No solo por la salud de nuestros ecosistemas y ciudadanos, sino también para cumplir con estos acuerdos internacionales que son obligatorios para el país como firmante del tratado de libre comercio,” concluyó Zavala.

En resumen, México debe redoblar sus esfuerzos para cumplir con los acuerdos internacionales de protección ambiental vinculados al T-MEC. El país tiene la responsabilidad de salvaguardar sus recursos naturales y asegurar que sus compromisos comerciales sean sostenibles y respetuosos con el medio ambiente. Solo así podrá evitar sanciones y contribuir al desarrollo sustentable de la región.

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