CIUDAD DE GUATEMALA/TEGUCIGALPA, (Reuters) – Las fuerzas de seguridad guatemaltecas enviaron a más de 3,500 migrantes de regreso a Honduras en los últimos días, dijeron autoridades el sábado, disolviendo la mayor parte de una caravana que buscaba llegar a Estados Unidos.

En medio de la pandemia y con sus pocas pertenencias a cuestas, miles de inmigrantes irrumpieron el jueves en Guatemala, procedentes de Honduras, en la caravana más grande desde que los gobiernos de la región cerraron sus fronteras para prevenir la propagación del coronavirus.

En un comunicado, el gobierno del presiente Alejandro Giammattei aseguró que, hasta la mañana del sábado, 3,568 migrantes habían regresado “de manera voluntaria” a Honduras.

Muchos de ellos fueron interceptados cerca de la frontera hondureña, en los departamentos Izabal y Chiquimula, de acuerdo a un documento de la policía de Guatemala.

“Rechazamos la forma en que miles de personas ingresaron a nuestro país de forma violenta, evadiendo los controles migratorios y sanitarios”, dijo el viceministro de Relaciones Exteriores de Guatemala, Eduardo Hernández, en un comunicado.

“Hemos emprendido acciones contundentes para evitar una crisis humanitaria, de seguridad y de salud. Pero nuestros esfuerzos, por grandes que sean, se verán rebasados si el gobierno hondureño no realiza las acciones de prevención y contención debidas y de manera continuada”, agregó la autoridad.

Huyendo de la pobreza -agravada con el coronavirus-, miles de hondureños, en su mayoría hombres y mujeres jóvenes con niños y mochilas al hombro, iniciaron el miércoles, desde la norteña San Pedro Sula, una nueva caravana rumbo al norte. Junto a ellos, también había caribeños y hasta africanos.

A pesar de que la mayoría logró ingresar a Guatemala el jueves, las autoridades desplegaron un operativo para detenerlos. No quedó inmediatamente claro si es que otros seguían su viaje hacia el norte.

En México, el próximo país en su larga travesía, el Gobierno advirtió que quienes ingresen a su territorio debían someterse a protocolos de salud aplicados en medio de la pandemia y amenazó con cárcel a quienes no cumplieran con las disposiciones. Además, desplegó a efectivos de seguridad en el sur del país.

“Esperamos que sigan regresando el fin de semana debido a las medidas que han tomado autoridades guatemaltecas”, declaró a Reuters Lisandro Vallecillo, portavoz del Instituto Nacional de Migración de Honduras.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se ha vanagloriado de que, gracias a acuerdos con México y los países centroamericanos, la migración ilegal se ha venido reduciendo en los últimos meses.

La pandemia del coronavirus no sólo ha dejado una estela de muertes en Centroamérica, sino que está agravando la pobreza en muchos países de la región. Honduras proyecta el mayor declive económico en su historia tras seis meses de estrictas medidas de confinamiento destinadas a frenar la propagación del virus.

Reporte de Sofía Menchú en Ciudad de Guatemala y Gustavo Palencia en Tegucigalpa; Editado por Diego Oré

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