Una secuela que respeta su esencia, refuerza sus virtudes y nos entrega una historia que, sin ser profunda, cumple con entretener de principio a fin.

ARTÍCULO LIBRE. – Dirigida por Gavin O’Connor y protagonizada nuevamente por Ben Affleck, El Contador 2 regresa con una fórmula conocida pero eficaz. Esta secuela retoma la vida del enigmático Christian Wolff, el matemático con habilidades letales, pero en esta ocasión, la gran sorpresa —y acierto— es el papel reforzado de su hermano Braxton, interpretado con carisma por Jon Bernthal.

Christian Wolff (Ben Affleck) and Brax (Jon Bernthal) in THE ACCOUNTANT 2 Photo Credit: Courtesy of Amazon MGM Studios © Amazon Content Services LLC

La química entre Affleck y Bernthal es uno de los motores principales de la película. Ya desde la primera entrega se insinuaba una conexión interesante, pero aquí se convierte en el eje emocional y narrativo que le da corazón a la historia. Los momentos compartidos entre ambos actores se sienten auténticos, naturales, cargados de tensión cuando se requiere, pero también de un humor inesperado y bien dosificado.

El guion de Bill Dubuque evita caer en la trampa de repetir fórmulas sin alma. Aunque la película no apunta a complejidades filosóficas ni dilemas morales profundos, sí logra construir una misión central clara y con suficiente motivación para justificar la nueva aventura de Wolff. La historia mezcla hábilmente elementos de thriller, acción y comedia, sin que ninguna de estas capas se sienta forzada. El humor está bien balanceado, aparece en los momentos adecuados y nunca rompe el tono general del filme.

En cuanto a la acción, El Contador 2 no cae en el exceso. Aunque hay menos escenas que en otras cintas del género, las que se presentan están perfectamente ejecutadas, con coreografías limpias, bien editadas y sin abusar del CGI. O’Connor, con experiencia en el género, sabe cuándo acelerar y cuándo dejar que la historia respire.

Brax (Jon Bernthal) in ACCOUNTANT 2 Photo Credit: Warrick Page/Prime © Amazon Content Services LLC

La producción nuevamente estuvo a cargo de Lynette Howell Taylor y Mark Williams, quienes han sabido mantener el estilo visual sobrio, casi clínico, que caracteriza al universo de El Contador. La música de Mark Isham vuelve a subrayar los momentos clave sin saturar, y la cinematografía de Seamus McGarvey mantiene la estética fría pero funcional que conocimos en la primera entrega.

Anais (Daniella Pineda) and Ray King (J.K. Simmons) in ACCOUNTANT 2 Photo Credit: Warrick Page/Prime © Amazon Content Services LLC

El Contador 2 es una continuación sólida que no pretende reinventar la rueda, pero sí fortalecer lo que ya funcionaba: un protagonista enigmático, una dinámica familiar bien explorada y una historia entretenida. Es una cinta ideal para pasar un buen rato, desconectarse y disfrutar de un cine de acción que, sin ser perfecto, está hecho con oficio y respeto por su audiencia. Le damos un sólido 7.5 / 10 sin duda da para una tercera entrega.

Recomendada ampliamente: ve al cine sin esperar una obra maestra filosófica, pero sí una película efectiva, entretenida y muy bien actuada.

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