En entrevista para AP, el papa Francisco expresó su rechazo a que miembros de la iglesia persigan a y juzguen a la comunidad LGBT. “Ser homosexual no es un crimen”, señaló el líder de la iglesia católica… aunque, aclaró, sí es un “pecado”.

Lo anterior parecería dejar en las mismas el asunto, sin embargo, no es así: el líder religioso hace una distinción entre lo que marca la iglesia y las leyes con las que se rige la sociedad. Y, en el primero de los casos, si bien la homosexualidad es pecado para los católicos, los que la condenan deber recordar que la falta de caridad con el prójimo también lo es. La fórmulada como conclusión: ya dejen en paz a la comunidad LGBTQ.

Ahora bien, en lo que respecta a las leyes, el papa Francisco calificó de “injustas” a las que castigan a la homosexualidad. Para el religioso argentino, Dios ama a todos sus hijos, así, tal como son… aunque eso no lo recuerdan (o hacen como que no) algunos obispos que han expresado su apoyo a leyes que sirven para la discriminación y criminalización de la comunidad LGBTQ.

Con esto último, el papa Francisco aceptó que esos obispos (y, por qué no, la iglesia en general) necesitan pasar por todo un proceso de cambio que los conduzca a reconocer la dignidad de todos.

Esta es la primera vez que un papa se pronuncia en contra de las leyes que criminalizan la homosexualidad. Es decir, estamos ante algo histórico y que, según defensores de la comunidad LGBTQ, podría ser un hito.