El grooming suele presentarse en varias etapas. Inicialmente, el acosador contacta al menor a través de internet, fingiendo tener intereses comunes, como los videojuegos

Playas de Rosarito.- Las tecnologías de la información han revolucionado la forma en que accedemos a la información y al entretenimiento. Sin embargo, junto con estos avances, han surgido nuevos riesgos que amenazan a los más vulnerables: nuestros hijos. Uno de los peligros más alarmantes es el grooming, una actividad delictiva en la que un adulto se hace pasar por una persona de confianza en línea con el objetivo de ganarse la amistad de un menor y eventualmente abusar de él.

La presidenta de la Fundación Manos Unidas por Rosarito A.C., Lorena Meléndez Yáñez, advierte que este fenómeno ha repuntado con el uso masivo de las redes sociales y la facilidad de acceso a internet. “Se trata de una actividad delincuencial que pone en riesgo constante a los menores, especialmente aquellos que navegan sin supervisión”, señaló.

El grooming suele presentarse en varias etapas. Inicialmente, el acosador contacta al menor a través de internet, fingiendo tener intereses comunes, como los videojuegos. A través de un perfil falso, se gana la confianza de la víctima mediante conversaciones diarias y la creación de un lazo emocional. Durante este proceso, el agresor identifica las vulnerabilidades del menor, buscando aislarlo de su círculo familiar y amistades.

Una vez que el groomer ha establecido una relación de confianza, introduce temas sexuales en la conversación. A cambio de la “amistad” que han construido, comienza a solicitar fotos o videos íntimos. El verdadero peligro radica en el chantaje: el agresor amenaza con hacer público este material gráfico si la víctima no proporciona más contenido similar o accede a encuentros presenciales, que en algunos casos terminan en abuso sexual.

La prevención es clave para evitar que los menores caigan en manos de estos depredadores. En Playas de Rosarito, se han implementado seminarios de prevención en preparatorias y reuniones con madres de familia para concienciar sobre este grave peligro. Se destacan algunas señales a las que los padres deben estar atentos: cambios de comportamiento, interacción con desconocidos en línea, exposición a contenido inapropiado y aislamiento social.

Los expertos recomiendan a los padres y tutores mantener una comunicación abierta con sus hijos, educarlos sobre los riesgos en internet, supervisar constantemente su actividad en línea, configurar adecuadamente la privacidad en dispositivos conectados a internet, y utilizar herramientas de seguridad digital. “Con estas medidas podemos evitar que nuestros menores sean vulnerables a este tipo de delincuentes”, subrayó Meléndez Yáñez.

En caso de detectar posibles actos de acoso, es vital acudir a las autoridades. Las líneas de emergencia 911 y 088 de la Guardia Nacional están disponibles para recibir denuncias ciudadanas y ofrecer asistencia en estos casos.

Proteger a nuestros hijos en la era digital es una responsabilidad compartida que requiere vigilancia, educación y acción inmediata ante cualquier señal de peligro. El grooming es una amenaza real, pero con las medidas adecuadas, podemos mantener a salvo a quienes más queremos.