(Reuters) – Los países más ricos no deberían acumular vacunas para el coronavirus y sólo deberían otorgar ayuda estatal por la pandemia a compañías que se comprometen a preservar el medio ambiente, ayudar a los más necesitados y proteger el “bien común”, dijo el miércoles el Papa Francisco.
“Sería triste si los ricos reciben la prioridad para la vacuna contra el COVID-19. Sería triste si la vacuna se convierte en propiedad de ellos o de una nación, si no es universal ni está disponible a todos”, dijo Francisco en su audiencia semanal.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo el martes que cualquier país rico que acopie posibles vacunas contra el COVID-19 y excluya a otras naciones agudizará la pandemia.
El director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, que ha advertido en contra del “nacionalismo por las vacunas”, instó a los países a sumarse a un pacto global antes del 31 de agosto para compartir la inmunización con las naciones en desarrollo.
Actualmente se están desarrollando más de 150 vacunas para frenar la pandemia y alrededor de una docena de las candidatas se encuentran ya en los ensayos en humanos, con algunas de ellas en las fases finales de estudio.
Francisco dijo que sería “un escándalo” si los gobiernos otorgan rescates financieros por la emergencia pandémica sólo a algunas industrias.
Afirmó que los criterios para que las empresas reciban ayuda estatal deberían basarse en su “contribución a la inclusión de las personas que normalmente están excluidas (de la sociedad), su aporte a los más necesitados, en la búsqueda del bien común y el cuidado por el medio ambiente”.
Editado en español por Marion Giraldo