Frente a estos desafíos, es crucial que las políticas públicas se enfoquen en fortalecer el ecosistema empresarial de las MiPyMEs en BC

TIJUANA.- El tejido empresarial de Baja California está compuesto casi en su totalidad por micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs), que representan el 99% del total de los establecimientos en el estado. Estas cifras, proporcionadas por el Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas (DENUE) y analizadas por el Centro Metropolitano de Información Económica y Empresarial (CEMDI), revelan una estructura empresarial que, aunque robusta en número, enfrenta desafíos significativos para su crecimiento y sostenibilidad.

De los 127 mil 915 negocios registrados en Baja California, la gran mayoría son microempresas, que emplean de 1 a 10 personas. Este segmento, con 112 mil 563 unidades económicas, es el motor principal de empleo en la región, proporcionando trabajo al 61% de la fuerza laboral. Sin embargo, esta dependencia en micronegocios plantea preguntas sobre la capacidad del estado para generar empleo de calidad y fomentar el crecimiento empresarial sostenible.

Los pequeños establecimientos, con una plantilla de 11 a 50 empleados, representan 12 mil 295 unidades, mientras que los negocios medianos (51-250 empleados) suman 2 mil 424. Las grandes empresas, aquellas con más de 251 empleados, son una minoría, con apenas 663 registradas. Esta distribución refleja una economía regional que, si bien diversa, depende fuertemente de empresas de menor tamaño, que a menudo enfrentan limitaciones en acceso a financiamiento, innovación tecnológica y expansión de mercado.

El análisis sectorial del CEMDI muestra que el sector terciario es el predominante en Baja California, con 117 mil 465 negocios dedicados principalmente al comercio al por menor, servicios diversos y la industria de la hospitalidad. Este predominio del sector terciario indica una economía orientada hacia los servicios, lo que, aunque positivo en términos de empleo, también puede limitar la diversificación económica necesaria para un crecimiento más resiliente y dinámico.

En contraste, sectores como la minería y la generación de energía, fundamentales para la industria, tienen una presencia mínima en el Estado. Solo 46 empresas mineras y 186 establecimientos dedicados a la generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y gas están operando en la región, lo que subraya una concentración en sectores menos intensivos en capital y tecnología.

Frente a estos desafíos, es crucial que las políticas públicas se enfoquen en fortalecer el ecosistema empresarial de las MiPyMEs en BC. Iniciativas de capacitación, acceso a mercados financieros y mejoras en la infraestructura tecnológica son esenciales para que estas empresas puedan escalar y contribuir más significativamente al desarrollo económico del estado. Además, la vinculación estratégica entre sectores y la promoción de la innovación deben ser prioritarias para convertir a estos modelos de negocio en motores de competitividad y sostenibilidad en la región.

La estructura empresarial de Baja California es un reflejo de la dinámica económica nacional, donde las MiPyMEs son el pilar, pero también el eslabón más vulnerable de la cadena. Con el apoyo adecuado, estas empresas pueden no solo seguir siendo el sostén de la economía local, sino también convertirse en catalizadores de un desarrollo más inclusivo y robusto.