Demi Moore lidera el elenco con una actuación impresionante en el papel de Elisabeth Sparkle, una ex estrella de fitness atrapada en una lucha por la eterna juventud

ARTÍCULO LIBRE.- Estrenada en México apenas el 20 de septiembre, La Sustancia (2024) es sin duda una de las películas más impactantes del año, consolidando su lugar entre lo mejor del terror contemporáneo. Dirigida por Coralie Fargeat, quien ya había sorprendido con Revenge (2017), esta cinta vuelve a explorar los confines del horror corporal, un género que parece tener un renacer con esta obra.

Demi Moore lidera el elenco con una actuación impresionante en el papel de Elisabeth Sparkle, una ex estrella de fitness atrapada en una lucha por la eterna juventud. La transformación de Moore en pantalla, tanto física como emocional, es notable. Su dedicación al personaje es evidente, no solo por el agotador proceso de maquillaje que requirió horas de trabajo diario, sino también por la intensidad que le imprime a cada escena, lo que a consideración de este humilde espectador la podría hacer merecedora del Oscar. Junto a ella, Margaret Qualley interpreta a Sue, la versión rejuvenecida de Elisabeth, en una dinámica que mezcla lo macabro y lo bello de manera hipnotizante.

El presupuesto de la película, aunque no ha sido revelado, se refleja en la alta calidad de la producción. El rodaje tuvo lugar en distintas locaciones de Estados Unidos, Reino Unido y Francia, lo que le otorga una atmósfera diversa y atractiva. Las escenas están cuidadosamente elaboradas, con tomas que exploran los contrastes entre la fragilidad humana y la monstruosidad, mientras los colores saturados y profundos acentúan las emociones de cada momento.

Uno de los mayores aciertos de La Sustancia es su rechazo al uso excesivo de CGI, optando en cambio por efectos prácticos y un maquillaje sobresaliente. Esto añade una autenticidad visual que recuerda a clásicos del body horror como La Mosca (1986), un homenaje sutil que los cinéfilos del género apreciarán.

Sin embargo, aunque la película es cautivadora, su final apresurado y exagerado puede resultar un punto débil. A pesar de que mantiene al espectador en vilo hasta el último momento, el desenlace se siente algo forzado, lo que podría dividir opiniones, otro punto a debatir son las casi 2 horas y media de duración que por momentos te hace sentir que se pudo contar la misma historia en 120 minutos.  No obstante, La Sustancia es una experiencia que vale la pena disfrutar en la pantalla grande, especialmente para los fanáticos del cine de terror con profundidad visual y narrativa.

La Sustancia es una joya del cine de horror en 2024, con giros de trama que mantienen la intriga y actuaciones que elevan el género a nuevos niveles, así es que, que nadie se duerma o se perderá una de las mejores películas de este año.