La sostenibilidad ya no es una opción, es una necesidad imperante para la supervivencia empresarial.
TIJUANA.- En la búsqueda de un equilibrio entre el negocio y el medio ambiente, las empresas enfrentan la necesidad de redefinir sus modelos operativos. Jessica Castañeda Castillo, Asesora Técnica del Centro de Innovación y Gestión Ambiental México A.C., afirma que la crisis ambiental actual obliga a las empresas a integrar la sostenibilidad en su ADN, no como un parche, sino como una transformación integral.
Durante el Seminario Permanente para el Desarrollo Sustentable, organizado por el CIGAMX, Castañeda Castillo explicó que la implementación de modelos de negocio sostenibles ha sido ineficaz durante décadas, desde la Cumbre de la Tierra en 1992 hasta la Agenda 2030. “Debemos repensar lo que vendemos, a quién se lo vendemos y su impacto”, señaló, enfatizando que internalizar los costos ambientales no debe percibirse como un gasto, sino como una inversión en el futuro.
La crisis ambiental y económica que atraviesa el mundo, afecta principalmente a países en desarrollo y regiones con mayor pobreza, es resultado de un modelo económico que explota la naturaleza sin darle su verdadero valor. “El crecimiento económico siempre ha pesado más que el ambiental”, afirmó Castañeda Castillo, egresada del programa LEAD por el Colegio de México.
El Dr. Roberto Reyes Rivera, Consultor Internacional y Asesor Empresarial, destacó en su ponencia la importancia de construir cadenas de valor compartido. Esta cadena abarca todas las actividades y procesos de una empresa, desde la obtención de materias primas hasta la entrega del producto final, alineando los intereses de la empresa con los de la sociedad. Este enfoque permite crear valor simultáneo para ambas partes.
Castañeda Castillo subrayó que la adopción de la cadena de valor compartido representa un cambio de paradigma para las empresas. Aunque la transición puede llevar años, la crisis ambiental exige una acción inmediata. “Estamos en el momento en que, como empresa, redefinimos o morimos. Ya no es sostenible, por eso estamos en una crisis ambiental”, profundizó.
Integrar los intereses empresariales con las necesidades sociales y ambientales no solo asegura la prosperidad económica, sino también contribuye significativamente al bienestar de la sociedad y la sostenibilidad del planeta. La adopción de este enfoque integral es esencial para el éxito empresarial presente, la salud del medio ambiente y el bienestar de las futuras generaciones.