Cuatro días después de que cinco jóvenes murieron en Nuevo Laredo, Tamaulipas, cuando la camioneta en la que viajaban fue baleada presuntamente por militares, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que las autoridades de la Defensa Nacional (Sedena) ya están coadyuvando en la investigación y si resultan responsables los militares serán castigados.
Manifestó que lo mejor es dejar las cosas en claro y no ocultar nada, pues afirmó que a diferencia de otros sexenios, en su gobierno respetan los derechos humanos de verdad.
En conferencia de prensa matutina, el jefe del Ejecutivo federal señaló que a propuesta del general Luis Cresencio Sandoval González, titular de la Sedena, se pidió la intervención de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos para que se investigue el caso.
“Lo mejor es dejar las cosas en claro, no ocultar nada, no ocultar nada. Pensemos en dos cosa, primero, pensemos en los jóvenes de Ayotzinapa, fue un crimen y un error tenían que haber dicho la verdad y castigar a los responsables pero se ponen a fabricar otra versión o fabrican delitos con otros culpables, a ocultar la verdad, eso no. Segundo, debe de quedar muy claro que este no es el gobierno de Fox o de Calderón no es mátalos en caliente, aquí se respetan los derechos humanos de verdad”, dijo.